Principio

Como la mayoría de las religiones del mundo, el desarrollo histórico del islam ha tenido un impacto claro en la historia política, económica y militar de las áreas dentro y fuera de lo que se considera sus principales zonas geográficas de alcance. Como con el cristianismo, el concepto de un «mundo islámico» puede ser más o menos útil al ver diferentes períodos de la historia. Una corriente importante de la cultura islámica alienta la identificación con la comunidad cuasi-política de creyentes o Umma, y este componente se refleja en el comportamiento de una variedad de actores en la historia. La historia del islam como una religión está relacionada cercanamente a la historia política, económica y militar.

El islam surgió en Arabia en el siglo VII de la era cristiana con la aparición del profeta Mahoma. Un siglo después de su muerte, el Estado islámico se extendía desde el océano Atlántico en el oeste hasta Asia Central en el este. Este imperio no se mantuvo unido por mucho tiempo; el nuevo sistema de gobierno pronto derivó en una guerra civil conocida para los historiadores del islam como la Fitna, y posteriormente afectada por una Segunda Fitna. Después de esto, dinastías rivales reclamarían el califato, o liderazgo del mundo musulmán y muchos estados e imperios islámicos ofrecieron sólo una obediencia simbólica al califa, incapaz de unificar el mundo islámico.

A pesar de esta fragmentación del islam como comunidad política, los imperios del califato Abbasí, los mogoles y los otomanos Selyúcidas estaban entre los más grandes y poderosos del mundo. Los árabes hicieron muchos centros islámicos de cultura y ciencia de los cuales surgieron notables científicos, astrónomos, matemáticos, doctores y filósofos islámicos durante la Era dorada del islam. La tecnología floreció; hubo mucha inversión en infraestructura económica, como sistemas de irrigación y canales. El hincapié en la importancia de la lectura del Corán produjo un alto nivel de alfabetización en la población general.

Posteriormente, en los siglos XVIII y XIX, las regiones islámicas cayeron bajo la influencia de los poderosos imperios europeos. Luego de la Primera Guerra Mundial, los remanentes del Imperio otomano fueron divididos como protectorados europeos.

Después de muchos siglos, no queda un reclamo grande y ampliamente aceptado del califato (que había sido reclamado al menos por los otomanos).

Aunque afectado por varias ideologías, como el comunismo, durante gran parte del siglo XX, la identidad islámica y la prominencia del islam en temas políticos han aumentado casi indiscutiblemente durante los últimos años del siglo XX y comienzos del XXI. El rápido crecimiento, los intereses de occidente en las regiones islámicas, los conflictos internacionales y la globalización han influido en la importancia del islam en la configuración del mundo del siglo XXI.

Arabia antes de Mahoma estaba escasamente poblada por habitantes de habla árabe. Algunos eran beduinos, pastores nómadas organizados por tribus. Algunos eran agricultores, que vivían en oasis en el norte, o en las áreas más fértiles y densas en el sur (en lo que se conoce ahora como Yemen y Omán). En ese tiempo, la mayoría de los árabes eran seguidores de las religiones politeístas, aunque unas pocas tribus seguían el judaísmo, el cristianismo (incluido el nestorianismo) o zoroastrianismo. La ciudad de la Meca era un centro religioso para algunos politeístas árabes norteños, ya que contenía el muro sagrado del Zamzam y un pequeño templo, la Kaaba.

Mahoma nació a las afueras de la Meca en el Año del Elefante, según el calendario islámico. La mayoría de los musulmanes equivalen éste con el año gregoriano 570, pero algunos prefieren el 571. Quedó huérfano a temprana edad y fue criado por su tío Abu Talib. Se convirtió en comerciante, se casó con una viuda rica y pudo haber seguido una vida de tranquilidad y prosperidad.

Sin embargo, cuando tenía unos 40 años, dijo haber experimentado una revelación divina mientras estaba meditando en una cueva a las afueras de La Meca. Esto habría sido en el año 610 de la era cristiana. Después de un período inicial de dudas y miedos, comenzó a predicar a sus parientes y luego al público, a todos los residentes de La Meca.

Mahoma afirmó que había sido escogido por Dios, como los profetas hebreos que lo precedieron, para predicar el arrepentimiento, la sumisión a Dios y la venida del día del juicio. Dijo que no estaba predicando una nueva religión sino que estaba reviviendo la antigua y pura, tradición que los cristianos y los judíos habían degradado. Atrajo seguidores, pero también creó enemigos.

En el año 622, Mahoma y muchos de sus seguidores huyeron a la ciudad vecina de Medina. A esta migración se le llamó la Hégira. Fue el primer año del «reinado» de Mahoma como un gobernante secular, así como líder religioso. Siguiendo la costumbre de la época, historiadores posteriores tomaron ese año como el comienzo del calendario musulmán.